Romerías para el 2022

Después de dos años sin que se hayan podido celebrar las tradicionales romerías de los pueblos de San Vitores al convento este año 2022, por fín, se podrán celebrar según el siguiente calendario. Deseamos a todos los romeros y a todas las romeras que disfrutéis de la romería y que el tiempo acompañe.

30 de Abril Leiva

7 de Mayo Tormantos

14 de Mayo Qintanilla-San García

21 de Mayo Redecilla del Campo

28 de Mayo Fresno de Río Tirón

4 de Junio Cerezo de Río Tirón

9 de Junio Casalarreina

11 de Junio Castildelgado

25 de Junio Belorado

Romerías al convento para el año 2020

Aún no se ha acabado el invierno y ya estamos pensando en la primavera que trae consigo, además de los colores, las flores, los amores y, ¡cómo no!, las romerías de San Vitores. Y para el presente año aquí están las fechas en las que cada pueblo celebrará la suya.

Buen ánimo a todos los romeros y todas las romeras y aguantar un poco que ya le queda muy poco a este invierno.

 

Entrega de la indulgencia de San Vitores

Nos hacemos eco de la noticia aparecida en el blog Cerezo Atalaya

El primer día del nuevo año he hecho entrega de la tablilla con la indulgencia de San Vitores al Presidente de la Cofradía de San Vitores. En verano los donantes anónimos me hicieron depositario de la misma para que se la entregara a alguna institución  que pudiera apreciarla y conservarla para el pueblo. Después de darle vueltas al tema se nos ocurrió que la mejor solución sería donarla a la Cofradía por su relación con el Santo. Mientras se busca una  ubicación definitiva, se la ha dejado en el Museo Parroquial, en el armario que custodia los libros de la Parroquia.

La tablilla en cuestión recoge un pequeño pliego de papel con una indulgencia concedida por el obispo de Zamora Don Onésimo Salamanca y Zaldívar nacido en Briviesca en 1693 y que posteriormente fue  arzobispo de Granada y de Burgos.

Dicho documento fue comprado en el Rastro de Madrid por un matrimonio, cuya mujer es cerezana, y con la intención de donarlo de manera anónima al pueblo de Cerezo.

Gracias por el detalle.

Romería 2019: Tormantos con su pendón

ROMERÍA. DIA DE SAN VITORES

El maestro Don Pedro  nos dijo, que mañana día 12 de enero no había escuela, porque se celebraba la romería de San Vitores en el pueblo cercano de Fresno de Río Tirón, para mi era la primera vez. A cambio, para no perder el día nos puso deberes que consistían en hacer una redacción a todos los mayores de 12 años sobre la impresión que tenemos sobre la romería, por lo tanto, como la voz de maestro era de ordeno y mando no había nada que objetar, con lo cual tuvimos que ir todos los relacionados con la edad. A pesar de que fuera un deber puesto por el maestro resultó ser una grata experiencia a recordar.

Dicen que las fiestas se conocen por la víspera, esa misma tarde noche, en el ambigu, el ayunatiento daba a probar el mismo vino que se iba a beber en la romería acompañado de unos «casahueses» y aceitunas, la ilusión y alegría crecían por momentos, todos hablaban del viaje, planeando con quién y en qué ir, a la mayoría de los escolares nos pusieron en un tractor Ebro con remolque Egüen casi nuevos, los demás en carros tirados por mulas y machos que por la mañana serían adornados con flores de acacia, «géneves» y ramas de distintos árboles.

La comida era muy similar a la de los demás, costillas de orza para comer y tortilla de chorizo metida en un millete de pan a modo de bocadillo.

La caravana de la romería salía de forma escalonada, delante el tractor que portaba el pendón, seguido de cuatro carros, más otro pequeño cerrando filas donde iban el alcalde, concejales y el cura con los monaguillos.

Al salir a Fresno varios vecinos salían a recibirnos, otros desde sus ventanas se asomaban para ver los canticos y el jolgorio que llevábamos, aunque todos no eran de la misma opinión.

Ya en el convento, después de la llegada del último carro, en una explanada, cada cuadrilla procuraba coger un sitio para dar cuenta del mollete de tortilla con chorizo. Una vez acabado el almuerzo, y mientras el cura se preparaba para la misa y procesión,  muchos subían al pozo para lavarse los ojos y la cara porque se decía que era milagrosa aquella agua, sobre todo para la vista. Otros se divertían lanzando piedras de cara al río para ver quien llegaba más lejos.

También se visitaban las instalaciones del convento, me llamó mucho la atención de un pozo enrejado donde había bastantes monedas y billetes de 5 y de 25 pesetas.

Una vez acabada la misa se hacía la procesión con el pendón abriendo paso y San Vitores detrás, todo ello con gran respeto y devoción. Antes de ir a comer se tomaba el vermú con «cascahuetes» y aceitunas, después se pasaba a los comedores del convento.

Por la tarde, después de bien comido y mejor bebido, comenzaron a cantar jotas como si tratase de un concurso para ver cual era el mejor.

En un rincón de la plazuela y casi escondido había un grupo de gente alrededor de un cajón con números en su tapa junto con un bote, donde se jugaba el dinero, lo llamaban cencerrillo, a pesar de que no nos dejaban ver a los chavales, la curiosidad era mayor, el dueño del cajón de vez en cuando sacaba almendras garrapiñadas que nos ofrecía para que nos fuesemos de allí, pero el remedio era peor que la enfermedad. Allí mismo me encontré un billete de cien pesetas que me lo escondí dentro del zapato.

Más tarde se rezaba el rosario y una vez terminado, se enganzhaban los carros y junto con el tractor se partía para Tormantos. El viaje de vuelta era más eufórico que el de ida, ¿porqué sería?

A la entrada del pueblo salían a rebirnos en rogativa la Virgen, acompañada casi en su totalidad por mujeres.

Después tocaba lo peor, teníamos la redacción del día de la romería en San Vitores para el maestro, por cierto, todo lo que pasó no lo puse.

Fortun Gordo

 

Última reunión de la Junta directiva saliente

El próxima día 23 de noviembre a las 12:00 horas se reunirá por última vez la Junta directiva de la Asociación Pueblos de San Vitores para cerrar una etapa que echó a andar en 2013 y, con ello, dar continuidad a la misma con las personas que han sido elegidas en las pasadas elecciones municipales.

Con tal motivo el presidente de la Asociación, Sergio María, ha enviado una carta a todos los ayuntamientos asociados para que envíen a la mencionada reunión a un representante municipal y poder de esa manera nombrar una nueva junta directiva.

Romería al Convento del pueblo de Cerezo

ROMERÍA AL CONVENTO

Lejos quedan aquellos años en los que la fecha de las subida al Convento venía anunciada por aquella retahíla infantil tan conocida: “Lunes letanía, martes procesión, miércoles al Convento, jueves la Ascensión, viernes a la escuela, sábado al Rincón y el domingo por ser domingo, la semana se acabó”.

El miércoles anterior a la Ascensión las respectivas procesiones de Cerezo, Fresno y Loranquillo se juntaban en la Plazuela del Exconvento y, tras el saludo con el protocolo del “beso de las cruces”, participaban unidos en la misa y ya no tan unidos del resto de la jornada romera.

Con el paso de la fiesta de la Ascensión al Domingo, la despoblación de Loranquillo y el divorcio de Cerezo y Fresno todo aquello desaparece. A Fresno, por ser el titular del Convento, le corresponde el sábado anterior a la Ascensión y Cerezo tiene que buscarse otro día. De aquellas tradiciones solo queda un descafeinando “beso de las cruces” que hacemos los de Cerezo.

Llegó el fin de semana y el viernes por la tarde de la tarde se notaba que algo olía a fiesta. La Asociación Juvenil lleva unos años adelantando los actos festivos al viernes y organiza, con la colaboración del Ayuntamiento, diversas actividades para abrir boca. Esta vez han sido la venta de camisetas, un campeonato de beer-pong y la actuación del grupo “Juicio Final” de Pradoluengo.

La climatología lleva varios años con ganas de aguarnos la fiesta y nos va tocando torear con el frío y la lluvia, o su amenaza, y el sábado amaneció de esta guisa. ¿Lloverá?, ¿no lloverá?, ¿vamos a comer arriba?, ¿nos quedamos en la bodega?…

Pero todo sigue su curso. A las doce y media el cura, la Cofradía, los danzadores y un grupo de feligreses nos acercamos a la iglesia para sacar la imagen del Santo. En procesión, acompañado de los sones de las dulzainas, caja y pitos, llegamos al puente romano del royo Rudera donde, tras unas palabras del cura, le subimos a la furgoneta de Domingo para que le lleve al Convento.

Hay que darse prisa; la misa arriba es a la una y media y tenemos que coger los coches para subir. A la hora prevista ya está todo preparado. El cura, el monaguillo, la corporación y un buen número de asistentes esperamos que dé la hora. De la capilla salen el cura y el monaguillo, con la cruz procesional del Convento, a recibir a la imagen del Santo y a la Cofradía con sus cruces, estandarte y cruz procesional. En un sencillo acto se produce el citado “beso de las cruces” y vuelven a la capilla donde da comienzo la misa.

Fuera van llegando cuadrillas y familias para ir buscando acomodo en las diversas dependencias del Convento, llenando prácticamente todo el espacio. Solamente tres cuadrillas se atreven a subir al cerro y plantan sus campamentos para comer y pasar la tarde lo mejor posible. La misa termina con el beso de la reliquia. Sacamos al Santo escoltado por los danzadores y tras dar la vuelta alrededor del Convento, la nueva y joven cuadrilla se presta a ofrecerle una buena exhibición de “truquiados”. Terminando el primer baile aparecen las primeras gotas de agua, y rápidamente metemos al Santo a cubierto. Fue un amago de lluvia ya que no volvió a caer ni una gota en todo el día. Los danzadores pudieron terminar su faena sin problemas y se quedó una tarde bastante apañada.

Entre vermú y cerveza la gente se va recolocando en sus respectivos sitios y ya está todo listo para la comida. La paella, gentiliza del Ayuntamiento, ya está lista para repartir a todo aquel quiera degustarla y así complementarla con la comida que trae cada grupo.

Yo, por segundo año consecutivo, me bajo a la bodega de Gamarra ya que mi cuadrilla ha sido una de las pocas que ha decidido quedarse en el pueblo a comer. Buena comida y buena bebida, aunque como tenía que volver a coger el coche para subir, beber, lo que se dice beber, bebí poco o nada, así que solo pude disfrutar de la comida con las chuletillas como plato principal. Sin apenas tiempo para la sobremesa volví otra vez para arriba donde el personal andaba con el café y otros licores. Los niños y algunos avanzados deambulaban por la calle aprovechando para comerse un buen helado. Nosotros nos vamos al receptorio donde el Ayuntamiento mantiene la costumbre de dar café, copa y puro a todos los que se acercan y a los niños una buena bolsa de chucherías.

Como ando un poco desubicado aprovecho para subir al cerro y allí, tras una parada a visitar a los Porfines, que tienen montado un campamento de lo más acogedor, me acerco al Convento Viejo. Allí cumplo con el rito de mojarme los ojos con el agua del “Pozo de las Legañas”. El Ayuntamiento había limpiado toda la zona, pero tendrá que ponerse serio, ya que las pocas paredes que quedan están cada vez peor y el pozo está lleno de piedras.

Cuando vuelvo a la zona del bar el ambiente está a tope. La charanga “Txarandonga” de Pradoluengo pone la música y el resto del personal, sobre todo los jóvenes,   las ganas de pasárselo en grande.

El tiempo pasa como un suspiro y enseguida dan las siete. La Cofradía tiene que buscar voluntarios para poder sacar al Santo y devolverle al pueblo. Allí será recibido por un pequeño grupo de incondicionales que le acompañan a la iglesia.

Arriba la fiesta continua. Está complicado entrar al bar así que me doy la vuelta para ir a la zona del comedor. Me encuentro con Pepe y compañía y como no puede haber un San Vitores sin cantar, cuando descansa la charanga, nosotros aprovechamos para echar unas jotas, mejicanas y un par de habaneras. La tarde avanza y nadie tiene ganas de acabar la fiesta, pero a las ocho y cuarto la charanga da por finalizada su actuación y no nos queda más remedio que tirar para abajo. Se nos ha hecho tarde así que ya no paramos en Fresno como ya han hecho unos cuantos romeros.

Llegamos a Cerezo y la carretera presenta el ambiente de los días grandes. Los músicos prueban el sonido y dan los últimos toques para comenzar el baile de tarde y como viene siendo habitual en los últimos años nuestra fiesta coincide con una final futbolera, en este caso se trata de la final de la Copa del Rey.

Se ha hecho hora de cenar y los músicos bajan el telón. Todos a cenar con su respectiva cuadrilla. Aún nos queda hueco para seguir comiendo y bebiendo y disfrutar de una larga sobremesa. A las tres y cuarto de la mañana terminamos y a casa.

Cuando pasamos por el Frontón, no sabíamos si era San Vitores el de Agosto o el de Mayo ya que el ambiente estaba a tope con mucha gente bailando en la plaza, muchos en los bares y otros en los tirapichones, pero yo ya he cumplido por este año, así que a dormir y otro gran Convento del que hemos podido disfrutar.

Esperemos que el 2020 el tiempo acompañe y nuestro cerro pueda volver a lucir con el ambiente de los años buenos. Se echa de menos ese ambientillo al aire libre.

 

Gregorio Torres “GORI”

Cerezo 2019

ROMERÍAS DE FRESNO AL CONVENTO DE SAN VITORES

Mis primeros recuerdos a la Romería de San Vitores son de cuando el Convento estaba habilitado, vivían el Sr. Maté, la Sra. Josefa y su hija Rosi.

Subíamos y bajábamos en rigurosa Procesión el miércoles víspera de la Ascensión (que entonces era en jueves), cantando las Letanías de las rogativas y rezando o cantando el Rosario, con las cestas de la comida y algún que otro chiquillo pequeño a cuestas y por el camino viejo.

El Refectorio o comedor no se abría hasta que no llegaba la procesión.

También venían con nosotros los de Cerezo con las típicas rencillas entre los dos pueblos .

Más o menos hacíamos las mismas cosas que ahora: íbamos al pozo, la Misa, besábamos la Reliquia, la comida en familia, y se subía a la cocina a visitar a la señora Josefa, entre otras cosas para que nos diera agua que entonces escaseaba en el Convento. No había música pero se cantaba muchas y buenas jotas.

Luego empezaron a cambiar algunas cosas, se hizo el camino nuevo y se pasó la Romería al sábado y  también se aplanó el Convento pero seguimos subiendo.

Hemos tenido días buenos, otros con lluvia y frío, hasta hemos comido en una carpa y algún año que coincidió con el día de San Isidro hicimos allí la procesión con la bendición de los Campos.

Poco a poco y gracias a la iniciativa de unos jóvenes chavales de creó una Asociación para arreglar el Convento y con mucho esfuerzo por parte de ellos y de otras gentes y Entidades se empezó con la rehabilitación . En la actualidad  la Asociacion «Pueblos de San Vitores» con el resto de Pueblos romeros y asociaciones  siguen trabajando en su rehabilitación.

No me quiero olvidar del que creo ha sido el más importante de las romerías “EL DÍA DE LA APERTURA DEL ARCA DE LOS HUESOS DE SAN VITORES”

Siempre nos preguntábamos si se abriría , si estarían las tres llaves, si estarían los huesos…. y por fin se abrió el Arca y allí estaban los huesos.

Fue un acontecimiento muy importante,  todos los pueblos Romeros juntos y unidos y ojalá sea por otros 100 años más. Me siento una privilegiada de haber estado y me acordé mucho de muchas personas que ya no estaban con nosotros y que las hubiera gustado estar ese día.

Yo creo que la esencia de la Romería no ha cambiado a lo largo de los años, han cambiado las formas, ahora se sube en coche, se come en cuadrilla, están las Peñas que dan colorido a la fiesta, tenemos luz, agua, aseos etc.etc. Pero también se echa de menos a muchas familias conventeras de toda la vida que ya no suben simplemente porque no pueden o ya no están con nosotros y nada más, seguiré yendo a pedir a San Vitores salud y ganas para seguir subiendo año tras año ya todos los CONVENTEROS a que hagan lo mismo, tenemos buenas vistas, el convento muy arreglado, siempre buena comida y sobre todo buena gente !QUE MÁS QUEREMOS!

Clari Agüero   2019